En estos tiempos de pandemia quedó en evidencia la importancia del periodismo especializado y su rol fundamental para hacer accesibles temas tan complejos como relevantes. Sin embargo, la realidad general de los medios hace que, cada vez más, la posibilidad de especializarse sea una excepción.
Los canales de difusión se multiplicaron, la competencia por la atención explotó y las plantillas de los medios se achicaron, alterando la dinámica hasta entonces instalada. Ahora, el periodista no solo escribe la nota para la edición de mañana o prepara su tape o informe diario, sino que también debe publicar en redes sociales desde el lugar de la noticia y enviar fotos y videos para la web, entre otros pasos, y queda muy poco tiempo y recursos para enfocarse y profundizar en un área específica.
Ante eso, una forma de seguir impulsando el periodismo especializado es generar vías de acercamiento y cooperación entre medios e instituciones o empresas. Se trata de una dinámica que observamos muy de cerca al hacer comunicación corporativa, y que presenta varios puntos positivos. Para que esto sea posible, es crucial que las organizaciones respeten y comprendan la independencia y el profesionalismo del trabajo periodístico, como ya comentamos en esta columna.
Talleres, desayunos de trabajo, webinars o formatos similares son algunas de las opciones que vemos a menudo para lograr este intercambio. En esas instancias, a través de sus recursos ya instalados, por ejemplo personal experto o material rico en información, las organizaciones pueden nutrir el diálogo con los periodistas. Estos, a la vez, pueden explicar cuáles son los contenidos valiosos para los medios y cómo hacen su trabajo, algo no siempre claro fuera de su ambiente.
En áreas como educación, salud, seguridad, relaciones laborales, entre muchas otras, este tipo de diálogo resulta por demás provechoso. Ahí queda claro que hay espacio para un acercamiento profesional entre las partes porque hay cuestiones que requieren, necesariamente, de un entendimiento profundo y una comprensión amplia, que va mucho más allá de un hecho o noticia puntual.
Esa dinámica de intercambio profesional y riguroso es de especial utilidad para los periodistas, que pueden hacerse de más y mejores herramientas para abordar y procesar la información especializada, y también para las organizaciones, que ganan en claridad y logran ser más productivas al comunicar. Y, en definitiva, es beneficioso para la sociedad en su conjunto, que puede acceder a información de mejor calidad.