Estamos terminando un año muy particular en el que nos vimos obligados a reinventarnos y a implementar nuevas herramientas para conectarnos. Los webinars se transformaron en moneda corriente: hace un año casi nadie contemplaría la opción de estar conectado con panelistas en la otra punta del mundo, mucho menos escuchar pantalla mediante a alguien que está a un café de distancia.
Sin embargo, esta nueva dinámica nos enseñó a adaptarnos, a revalorizar los encuentros presenciales y a convertir los que no pueden serlo en una instancia enriquecedora.
En este 2020 desde Signo aprendimos a aprovechar al máximo las herramientas que nos ofrecen distintas plataformas como Teams o Zoom, y tenemos recomendaciones para aquellos que quieran hacer uso de ellas:
- Buen manejo de la convocatoria: si pretendemos hacer un webinar debemos tener claro quién es nuestro público y cómo nos acercaremos a ellos. ¿Es por invitación? ¿Convocatoria abierta?
- Elegir correctamente las plataformas: de la misma manera que no cualquier salón sirve para cualquier evento, no todas las plataformas son idóneas para todos los webinars. Dependerá de varios factores como cuántas personas asistirán, si podrán interactuar y la duración, por ejemplo.
- Aprovechar las herramientas de cada una: las plataformas digitales nos permiten recabar mucha información y esto puede facilitarnos un análisis posterior. Dediquemos tiempo a comprender las plataformas que usamos para aprovecharlas al máximo.
- El día después: los webinars no terminan cuando cerramos sesión; podemos seguir aprovechando la comunicación. Para ello debemos tener una estrategia delimitada desde antes de la convocatoria y analizar los datos que nos ofrecen las plataformas para optimizar la experiencia.
En tiempos de incertidumbre lo único de lo que estamos seguros es de que debemos seguir trabajando para aprovechar los nuevos escenarios y hacer de ellos una oportunidad para aprender y seguir conectando, aunque sea pantalla mediante.